Es una técnica de sanación y reequilibrio bioenergético a través de la imposición de manos, que fue desarrollada por el sacerdote y médico japonés Mikao Usui en el siglo 19. Reiki es una palabra sánscrita que significa REI, energía universal y KI, energía vital. Es sencillo de practicar y fácil de aprender y puede efectuarse sobre cualquier ser vivo, de manera presencial o a distancia, incluso sobre uno mismo como método de autocuración. Puede ser dirigida con el pensamiento sobre el tiempo presente, pasado y/o futuro ya que transciende la dimensión espacio-temporal, tal como lo explica la física cuántica.
Reiki es un sistema de canalización de la energía universal curativa a través de las manos que busca trabajar sobre los bloqueos energéticos que perturban la libre circulación de la energía en un ser. Busca restaurar y reequilibrar el flujo energético en los cuerpos físico y sutiles, actuando simultáneamente en el nivel físico, mental, emocional y espiritual del ser humano.
Cómo es su práctica
En las sesiones presenciales, el consultante se acuesta sobre una camilla sin sacarse la ropa, cierra sus ojos y se relaja pero sin dormirse ni perder la noción de la realidad. El terapeuta va recorriendo con sus manos el cuerpo pero sin tocarlo, a un ritmo y suavidad determinados, e irá posando sus manos a la altura de distintos órganos para que cada uno de ellos se distienda.
La energía universal es recibida y absorbida por los chakras o centros energéticos, que tienen una función psicológica, emocional, mental y espiritual. La energía penetra por el chakra corona por sobre la cabeza y desciende por el chakra del corazón hacia nuestras manos.