Ravi Shankar es un maestro espiritual que nació en 1956 en el sur de la India. En 1981 dio forma al Sudarshan Kriya, la técnica de respiración que se convirtió en la pieza central del curso de El Arte de Vivir.
Dice de él Beatriz Goyoaga, coordinadora de la Fundación El Arte de Vivir en Latinoamérica y España:
Es una persona que vive lo que dice, no solamente dice “hay que hacer esto”, lo vive. Yo veo los cambios en la gente, la necesidad, veo el consumo de drogas, la violencia en los jóvenes, la violencia en las pantallas, si vamos incrementando esto hay unos valores que también se van incrementando.
Es necesario poner manos a la obra, y esto lo hace Ravi Shankar, lo hago yo y lo hacen cientos de miles de voluntarios en esta fundación como en otras fundaciones. Y, definitivamente, he visto las cantidad de personas que Ravi Shankar está arrastrando en el mundo, 350 millones de personas no es “moco de pavo”.
Aquí en Argentina lo recibieron 150 mil personas meditando por la paz. Es decir es un fenómeno que arrastra a gente de todas tradiciones; El Arte de Vivir lleva sólo 33 años y creo que va a estar aquí por miles de años más.
En la entrevista que le hicimos a Beatriz Goyoaga le preguntamos qué harán el día que falte él:
Faltará igual que tú y que yo, está en un cuerpo físico como el tuyo y el mío. El día que falte él dejará un legado muy grande, de un voluntariado, de gente que extenderá su mano para ayudar a una sociedad sin violencia, de instructores formados, ya somos 22 mil en el mundo. Si ahora es una persona de 58 años y viva unos 30 años más “aprox”, si ahora somos 22 mil, pues a la velocidad en que crecemos, seremos 200, 300 mil instructores en el mundo que formarán a otros instructores.
Yo creo que la respiración y la meditación se establecerán como parte de la currícula académica en las universidades, en los colegios. Ya estamos empezando, ya están meditando los estudiantes de ingeniería de la UBA, no los de Bellas Artes, así es. Así que así, pasito a pasito vamos a avanzar.
Sobre el endiosamiento de líderes espirituales
Una crítica habitual que reciben ciertos líderes carismáticos que son seguidos con cierto fanatismo es el endiosamiento, cuestión que planteamos a Bea Goyoaga en relación a Ravi Shankar:
Endiosar es simplemente admirar. Porque se endiosa a Messi, se endiosa a Maradona, se endiosa a Beethoven, los tenistas endiosan a Del Potro, los otros endiosan a un político, los que son kirchneristas endiosan a Cristina. Es admirar. Y más admiras, más endiosas.
Y sí, yo admiro y respeto profundamente a Raví Shankar, siento que hay una gran diferencia entre él y yo. No lo voy a comparar con otros grandes sabios vivos o que hayan vivido porque no puedo opinar sobre otros que no conozco, pero he visto grandes hombres en su presencia ponerse a llorar.
Todos lo respetan, en la Cumbre de Naciones Unidas, en Nueva York, en el cambio del milenio, llevaron a unos incas de 80, 90, 100 años, arrugadísimos, con su gorrito fumando esas pipas, los llevaron a conocer a Ravi Shankar que estaba en la cumbre y ellos dijeron “es el Señor de la Luz”, y cuando se fueron dijeron “llévennos, una vez más; antes de morir, queremos ver al Señor de la Luz”.
Pero no soy sólo yo, en el Foro Económico Mundial de Davos todo el mundo se va a la cama y Ravi Shankar recibe gente hasta las dos de la madrugada. No es que se canse o no, es que algo hay, es una energía distinta que la tuya y la mía. ¿Cómo es esa energía? no te puedo decir, solo una persona que está más arriba puede juzgar. Si yo estuviese más arriba que él podría decir “este tiene este nivel de conciencia, de iluminación”.
Sé que es distinto, lo he visto cómo se comporta la gente alrededor y sé lo que produce en los seres humanos de todos los ámbitos, ¿cómo funciona esto? No lo sé, concluye.