“La información de todas nuestras vidas está disponible para sanar y comprender a qué vinimos”
Susana Branciforte es porteña y abogada, está casada y tienen dos hijas. Es lectora de Registros Akáshicos, formada en la corriente maya; además, es profesora de meditación y hace reiki. Tiene su propio centro holístico “Ser Divino”, en el barrio de Versalles de la ciudad de Buenos Aires, donde trabaja varias de estas disciplinas y donde también se desempeñan otros profesionales con diversas terapias.
Susana cuenta que siempre le gustó ayudar y defender al otro, su fuerte sentido de justicia la llevó a estudiar derecho, pero también, reconoce su deseo de ponerse en el lugar del otro en un sentido compasivo. Considera que el ser abogada y terapeuta holística no se contraponen, ya que ambos tratan de ayudar a otro en lo que, sólo, no puede.
Pero lo de las terapias holísticas tienen sus raíces en su más tierna infancia, cuando se dio cuenta que tenía premoniciones y recibía mensajes destinados a ayudar a alguien. Por suerte sus padres, profundamente católicos, supieron acompañar a esa hija única en este despertar temprano a una sensibilidad especial.
Comenzó a formarse por su cuenta y a los 15 años ya era reikista, también estudió control mental, meditación, radiestesia y otras terapias, pero sería en la lectura de Registros Akáshicos donde encontraría su misión más singular. A los 35 años perdió a sus padres, lo que propició el contexto para confirmar que debía trascender el círculo de amigos y familiares, y dedicarse profesionalmente a estas terapias. Su corazón está dividido entre el ejercicio de la abogacía y las terapias holísticas, pero sueña con dedicarse totalmente a estas últimas.
Susana canaliza mensajes que recibe de seres de otra dimensión. Más allá de la distinción entre ángeles, guías o maestros espirituales, lo que genera cierta suspicacia es cómo distinguir un mensaje que sea diferente al torbellino mental de uno mismo. Susana responde que confía cuando lo que recibe es desde el amor: “es todo muy amoroso y destinado al bien del otro”, lo cual no suele ser una característica propia del ego.
Tanto en los Registros Akáshicos como en la mayoría de las terapias holísticas, la concepción de la divinidad es central. Llámese Dios, maestros espirituales, ángeles o seres queridos fallecidos –explica Susana- se habla de maestros con algún grado de evolución que tienen la misión de asistir a los seres humanos en su evolución y en ayudarnos a comprender lo que nos pasa en el día a día.
En ese contexto, me dio curiosidad saber qué entiende por la oración, el rezo, práctica individual o comunitaria que es el eje de la mayoría de las comunidades espirituales y religiones. “La oración es la intención, uno cuando está rezando pone la voluntad y la intención para que algo suceda o mejore. No es solo conectar con una divinidad, con un dios, sino que es la intención de que la energía de lo que yo estoy pidiendo llegue a esa persona o situación y ayude a mejorar. Ese es el intercambio de energía que uno tiene en el rezo, la divinidad es el mensajero que te ayuda a canalizar esa energía hacia la intención que uno tiene”, explica Susana.
La lectura de Registros Akáshicos es una herramienta de autoconocimiento. Nuevamente nos encontramos con una terapia que se centra en la responsabilidad de uno mismo sobre la propia sanación y transformación. “La lectura de los registros akáshicos es una herramienta de autoconocimiento”, dice con énfasis Susana Branciforte, “pero también es una herramienta de sanación”.
VIDEO de la entrevista
PODCAST de la entrevista
Registros Akáshicos, una herramienta de autoconocimiento y sanación.
Buenos Aires, Junio 2018